La experiencia en este lugar fue agradable y memorable. Sus instalaciones, especialmente la sauna, fueron perfectas para relajarse después de explorar la ciudad. Disfrutamos mucho del ambiente amigable y acogedor, donde podíamos conocer a otros viajeros de diversas partes del mundo. Además, desayunar en la terraza con vistas al río fue un verdadero placer que sumó a la experiencia. Aunque se encuentra a las afueras, los tuk tuks son una opción muy accesible para llegar al centro, costando entre 100 y 200 baht.

Sin embargo, notamos que la limpieza en algunos rincones podría mejorar.

Disfruta del desayuno en la terraza, con vistas al río, y no dudes en conversar con los demás huéspedes. es una excelente manera de conocer gente.

El hotel tiene un estilo tradicional Lanna encantador y unos jardines amplios que añaden un toque mágico a la estancia.

Sin embargo, el gimnasio estaba muy sucio y la habitación tenía problemas de insonorización, lo que dificultaba el descanso.

Nuestra estancia en Club One Seven fue maravillosa. La casa tradicional tailandesa nos ofreció un ambiente único y acogedor. Paseamos por los hermosos jardines, y disfrutar de la proximidad al río Ping hizo que nuestra visita fuera aún más especial. Pudimos conocer a múltiples personas de todo el mundo, lo cual siempre es un plus.

Según mi mujer, el cuidado del gimnasio debería mejorar.

Las habitaciones en la casa antigua son encantadoras y el personal es increíblemente amable. Desayunar en la terraza junto al río fue una experiencia memorable, llena de charlas agradables con otros viajeros.

La habitación era espaciosa, pero la ducha estaba sucia.

Encanto de tradición y buena atención

El lugar tiene un estilo tradicional Lanna que me encantó y los jardines son hermosos, ideales para relajarse. La habitación donde nos quedamos era espaciosa y estaba bien equipada. Sin embargo, el aire acondicionado era un poco ruidoso y la limpieza en algunos detalles podría mejorar.

Fue una selección sólida para una escala rápida en Chiang Mai con una buena relación calidad precio. Me encantó desayunar en la terraza junto al río, la vista era increíble y había un ambiente muy relajante. No olvides probar el omelette, es espectacular.

experiencia mixta en la estancia

El estilo tradicional Lanna es encantador y crea una atmósfera única. Los jardines amplios son un verdadero placer y ofrecen un espacio tranquilo para relajarse.

Sin embargo, la insonorización en la habitación dejó mucho que desear, dificultando el descanso.

La habitación era espaciosa y contaba con aire acondicionado, lo cual fue un alivio en el calor de la región. Desayunar en la terraza junto al río fue lo mejor, la vista y el ambiente eran perfectos. Sin embargo, el gimnasio podría estar mejor equipado y la limpieza en el baño no se sentía del todo adecuada.

El personal fue increíblemente amable y comprensivo. El desayuno era delicioso, con variedad para todos los gustos, especialmente la omelette que era espectacular. La sauna y la piscina eran agradables, perfectas para relajarse después de un día explorando.

Sería genial que la limpieza de la ducha fuera más cuidadosa.

El hotel tiene un ambiente encantador con un estilo tradicional que disfruté. Los jardines son hermosos y perfectos para relajarme. Sin embargo, la limpieza en algunos detalles, como la ducha, podría mejorar para que la experiencia sea aún mejor.